Es cierto que gran parte de los electrodomésticos que tenemos en casa son útiles, prácticos y facilitan muchísimas de nuestras tarea, sin embargo, debemos admitir que solo tres de ellos jamás deben faltarnos: una televisión para entretenernos, un refrigerador para mantener nuestros alimentos frescos y, finalmente, una lavadora decente con la cual tengamos nuestras prendas más importantes limpias y secas lo más pronto posible.
Las lavadoras ya tienen casi más de 80 años de uso en la gran mayoría de las casas de todo el mundo. Con el tiempo, naturalmente, estos dispositivos han ido avanzando en términos de mecánica, electrónica y tecnología hasta un punto en el que algunos de ellos hoy en día son capaces de hacer el trabajo de Secadoras, de ofrecer decenas de modos de lavado y hasta de conectarse a otros dispositivos Smart a través de Wi-Fi o Bluetooth.
Actualmente, las lavadoras se encuentran en una posición tecnológica tan avanzada, que la necesidad de cambiarlas solo será precisa aproximadamente una o dos veces en nuestras vidas. La durabilidad y la calidad de los materiales con los que están construidas les otorga la capacidad de funcionar por muchos años sin problemas. Algunas lavadoras, incluso, pueden durar una o incluso dos décadas.
Una prueba indiscutible de este último punto son las garantías que sus vendedores ofrecen a sus clientes, siendo de un mínimo de dos años, aunque algunas empresas pueden tener un plan de compra en su Lavadora oferta en el que la garantía puede alcanzar cinco o hasta diez años.
Los dos aspectos esenciales para elegir nuestra nueva lavadora
El filósofo inglés Sir Francis Bacon aseguró una vez y con toda razón que “el conocimiento es poder”. Este pensamiento se aplica a absolutamente todas las decisiones que tomamos y el por qué lo hacemos. A la hora de pensar nuestras nuevas Lavadoras, esta premisa se sostiene, ya que lo más sabio es elegirlas acorde a nuestras necesidades y nuestras capacidades económicas.
Algo que muy pocas personas tienen en cuenta al momento de elegir una nueva lavadora es qué clase necesitan, es decir, entre los dos tipos principales que existen: las lavadoras y las lavadoras secadoras. Para hacer una elección correcta debemos hacernos una serie de preguntas que nos ayuden a definir con claridad qué es lo que realmente requerimos en nuestro hogar.
· Espacio: ¿es mejor uno o dos electrodomésticos?
La primera cuestión que a un futuro comprador se le presenta siempre se basa en el aspecto del espacio, en pocas palabras: ¿tenemos lugar para comprar una lavadora y una Secadora de ropa por separado? En muchos casos, las personas no poseen un espacio lo suficientemente amplio en su casa para tener dos enormes electrodomésticos instalados, por lo que, en su caso, es preferible adquirir una lavadora con capacidad de secado.
Por otro lado, las secadoras individuales generalmente hacen un trabajo de secado mucho mejor y con más opciones que las que están incluidas en una lavadora. De esta forma, si el cliente posee suficiente espacio en su hogar, le sería más conveniente comprar una secadora por separado aunque el gasto energético será mayor. El hecho de definir ese aspecto en un principio ya es un avance en lo que respecta al dispositivo que necesitemos.
Otra gran ventaja que no podemos pasar por alto al escoger por separado una lavadora y una Secadora de ropa a gas es la posibilidad de lavar una nueva tanda de ropa mientras que la anterior ya se encuentra en un proceso de secado. De esta manera se agiliza mucho el trabajo de limpieza y orden de nuestras prendas.
· Eficiencia energética: una característica esencial y poco apreciada
Ahorrar no solo implica que gastemos lo necesario en uno o dos electrodomésticos, sino también en que escojamos los artículos que mayor cantidad de energía eléctrica (o de gas) utilizan. El precio de lavadoras es importante, sin lugar a dudas, pero su eficiencia energética a lo largo de los años es lo que verdaderamente protege el bolsillo de sus usuarios a medida que pasa el tiempo y las facturas se vuelven cada vez más y más caras.
Las lavadoras e incluso las lavadoras que también ofrecen secado por lo general tienen una eficiencia energética de tipo “A”, es decir, prácticamente óptima. La diferencia principal radica en las ocasiones en las que las personas agregan la opción de secado a la del lavado, haciendo que esa eficiencia sea mucho menor. De acuerdo a este punto de vista, algunas familias escogen pagar una Secadora precio alto, si es que la necesitaran.
En términos generales, la gran parte de las lavadoras que se encuentran hoy en el mercado tienen una etiqueta de eficiencia energética de “A triple plus”, la cual es la mejor que existe. Sin embargo, nos referimos a una Lavadora precio de alto costo y que, mientras más complejos modos de lavado o secado le exijamos, mayor cantidad de energía eléctrica gastará.
Otros aspectos a considerar antes de hacer nuestra compra
La decisión de comprar una lavadora nueva también pasa por dónde queremos instalarla, ya que puede ser bajo la mesada de nuestra cocina o aparte en otra sala de la casa. Muy pocas personas tienen en consideración que una lavadora necesita un lugar en donde el agua que utilizó para el lavado encuentre un desagüe. Por este motivo, muchos aprovechan la mesada de la cocina en donde el agua del lavado puede escurrirse por el lavaplatos.
Finalmente, otra característica que a veces pasa desapercibida en las lavadoras es la forma en la que se cargan, que son dos: aquellas de carga frontal y las de carga superior. Las primeras son por lo general consideradas mejores, ya que ofrecen la posibilidad de cargar más kilos de ropa en ellas.
Sin embargo, las lavadoras de carga superior son mucho más beneficiosas para espacios reducidos, como departamentos y casas pequeñas, gracias a su construcción por lo general angosta y más liviana. A su vez, estos son ideales para las personas de la tercera edad o que sufren dolores de espalda o cintura.
¡La decisión para comprar una nueva lavadora yace en nuestras manos y, como indicamos antes, nuestros conocimientos!